MARIO, EL PRÍNCIPE AL QUE NO LE GUSTABAN LAS PRINCESAS.
En el castillo de un reino muy lejano, vivían un rey y una reina junto a su único hijo, el príncipe Mario. Mario tenía 18 años y todos los días iba al instituto del reino junto al resto de chicos y chicas que allí vivían. Era un chico que destacaba porque tenía una gran cantidad de amigos y amigas y además le gustaba mucho jugar al fútbol.
Al mismo instituto, iba la hija de los reyes del reino de al lado y la mayoría de la gente quería que se casara con Mario ya que hacían muy buena pareja.
Era su último año de instituto y Mario se había dado cuenta de que a él no le gustaba la princesa, sino que le gustaba Javi, un compañero de su clase. Javi era un chico perteneciente a una familia de clase baja, muy amable y cercano a los demás.
Mario no sabía como decírselo, ni tampoco como se lo iban a tomar sus padres, ya que al ser príncipe, por tradición se tenía que casar con una princesa.
Un día Mario tomó la decisión de declararse a Javi y si le salía bien, contárselo todo a sus padre. En un primer momento, Javi se quedó asombrado al escuchar la propuesta de Mario, ya que nunca se había imaginado que un príncipe tuviera novio. Tardó unos segundos en reaccionar pero su respuesta fue positiva y decidieron ser novios.
Más tarde decidieron ir juntos a contarles la situación a los padres de Javi, los cuales lo aceptaron con mucha ilusión y después a los padres de Mario. Estos al principio se quedaron asombrados al conocer la decisión de su hijo, pero se alegraron mucho de que su hijo fuera feliz.
Seis meses después, Mario y Javi seguían juntos y los padres del príncipe decidieron organizarle una boda por todo lo alto. A el evento acudieron todos los vecinos del reino y también los de reino vecino, donde se lo pasaron muy bien y disfrutaron mucho.
¡Fue el día más feliz para el príncipe Mario!
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